Me he encontrado con que muchas personas
catalogan al BDSM y a las personas que lo practicamos como violentos y es por
eso que sin hacer mucho trabajo de investigación y recurriendo a las páginas
convencionales a las que recurrimos en el medio cibernético he tomado las
definiciones de BDSM y de violencia de la página de Wikipedia para poder
realizar una clara diferencia entre una y otra:
La
violencia es el tipo de interacción
humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada,
aprendida o imitada, provocan o amenazan con hacer daño o sometimiento grave (físico, sexual, verbal o psicológico) a
un individuo o a una colectividad; o los
afectan de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o las futuras.
Puede producirse a través de acciones y lenguajes, pero también de silencios e
inacciones.
Es desctacable también el daño (en forma de desconfianza o miedo) sobre el que se construyen las relaciones interpersonales, pues está en el origen de los problemas en las relaciones grupales, bajo formas como polarización, el resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de comunidad. La violencia puede manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera, causante de daños psicológicos quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad.
Es
un comportamiento deliberado, que provoca,
o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia,
aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser
psicológica, emocional o política, a través de amenazas, ofensas o acciones.
Por
norma general, se considera violenta a la persona
irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese,
y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo
razonable es susceptible de ser catalogado
como violento si se impone por la fuerza.
El
trastorno de personalidad antisocial
es una condición psiquiátrica que causa un patrón en curso de manipular a otras
personas y violar sus derechos. Las personas con este trastorno no siguen las
normas de la sociedad y con frecuencia rompen la ley. Es característico que las
personas con este diagnóstico sean completamente indiferentes a los
sentimientos y al dolor ajenos, y que muestren un patrón profundo de falta de
remordimientos junto con decisiones irresponsables.
Síntomas
Síntomas
comunes de trastorno de personalidad antisocial incluyen:
·
Romper
la ley repetidamente
·
Falsedad,
mentir repetidamente
·
Impulsividad
(p. ej., imposibilidad de planificar con antelación)
·
Irritabilidad
y agresividad (p. ej., peleas físicas repetidas)
·
Indiferencia
por la seguridad de sí mismo y de otras personas
·
Irresponsabilidad
(p. ej., con respecto al trabajo, la familia, las finanzas)
·
Falta
de culpa sobre lastimar a otras personas
·
Incapacidad
de sentir simpatía o empatía por otras personas
·
Falta
de preocupación por consecuencias de acciones/comportamiento
· Incapacidad
de aprender por experiencia, modificar comportamiento con base en resultados
pasados o resultados futuros predichos
·
Intimidación
o crueldad hacia animales y/u otros humanos
·
Destrucción
de propiedad
Las
personas con trastorno de la personalidad antisocial suelen presentar
trastornos por abuso de drogas y problemas legales y, a veces, presentan
trastornos de depresión , ansiedad o déficit de atención con hiperactividad .
BDSM es un término creado para abarcar un
grupo de prácticas y fantasías eróticas.
Se trata de una sigla formada con las iniciales de las siguientes palabras:
Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo. Abarca, por
tanto, a una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y
vinculadas a lo que se denomina sexualidades no convencionales o alternativas.
A
veces, en el habla cotidiana, se utilizan las expresiones "sado" o
"sadomasoquismo" para referirse al BDSM, aunque ambos términos
resultan equívocos, en parte por tratarse de palabras creadas por la
psiquiatría para definir enfermedades mentales y en parte, porque las prácticas
abarcadas por el BDSM son variadas y admiten gran cantidad de manifestaciones
diferentes.
Como
práctica erótica el BDSM se apoya
siempre en el consenso de los
participantes y se distingue radicalmente del sadismo criminal.
La
comunidad internacional vinculada al BDSM viene poniendo especial énfasis en
que las prácticas sean SSC, es decir, Safe, Sane and Consensual (seguro, sensato
y consensuado)
- Seguras, en cuanto al conocimiento necesario sobre su desarrollo y sobre el material
usado, así como sobre la prevención
de riesgos.
- Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de decisión
por parte de los actores, no
alterada por drogas o bebidas y acorde con la experiencia de cada
participante, sabiendo diferenciar fantasía y realidad.
- Consensuadas, en cuanto a que los participantes estén de acuerdo
sobre la forma e intensidad con la que se realicen, e igualmente que dicho
acuerdo pueda rescindirse en
cualquier momento.
Rack es el acrónimo de Risk Aware Consensual
Kink, que viene siendo traducido en la comunidad hispanoparlante como riesgo asumido y consensuado para
prácticas de sexualidad alternativa (o no convencional): racsa. El racsa pone
los acentos en la responsabilidad propia de los participantes en una actividad
BDSM, responsabilidad informada y consensuada para evaluar y asumir los riesgos
de dicha actividad.
Como podemos leer, las diferencias son muy
claras, o por lo menos, para mí lo son.
La
violencia es ejercida por personas que no saben controlarse, que su objetivo es
dañar sin importar la magnitud, que una de las partes es forzada a someterse a las acciones de la otra persona
y en muchos casos sin poder detener la escena.
Mientras que en el BDSM, lo primero que he
aprendido es que tanto Dominantes como sumisos deben tener algo imprescindible:
control.
Me fascina una frase que mi Amo-Tutor
menciona en su texto 100 DUDAS DE UNA APRENDIZ DE SUMISA (http://elfarosm.blogspot.mx/ 2013/02/100-dudas-de-una- aprendiz-de-sumisa_25.html duda 79) en donde cita: “Antes de Dominar a nadie, la
primera persona a la que un Amo debe Dominar es a sí mismo.”
Creo que por la parte sumisa corresponde lo
mismo, control en nuestros pensamientos, deseos, palabras, acciones, emociones.
Una relación involucra todos estos aspectos y lo que buscamos es satisfacción y
no sólo en el ámbito sexual, también en el personal y en el emocional.
La violencia limita el potencial de las
personas, mientras que en el BDSM buscamos la superación por medio de la
entrega voluntaria de nuestro ser, es decir, tu Amo o Dominante siempre estará
al pendiente de ti, de tus reacciones, de tus pensamientos, de tus logros y de
tus fallos, buscará la forma de que te sientas segura y con la confianza
suficiente para que le permitas apoyarte a crecer en los ámbitos en los que
previamente han pactado, el BDSM no es solamente sexual, encontrando un buen
Amo te ayudará a superarte en los ámbitos que tú le permitas, inclusive laboral
o familiarmente; la violencia difícilmente acarrea consecuencias positivas.
Las sesiones de D/s pueden detenerse en el
momento en que una de las partes sienta o crea que se puede salir de control,
en el momento en que ya no te sientes segura, en el momento en que te han
lastimado más de lo que podías tolerar, es cierto que no todo es miel sobre
hojuelas, pero nosotros podemos detenerlo, en nuestro ámbito recurrimos a lo
que llamamos palabra de seguridad, que es una palabra que con tan sólo decirla
basta para que lo que se esté haciendo en ese momento cese, la pacta cada
pareja (rojo, stop, pirul, tango, una palabra que ambos recuerden y que no deje
lugar a dudas de que lo que se desea es detener lo que está sucediendo). En una
relación violenta o abusiva eso no ocurre, el agresor seguirá con su cometido
hasta que quede satisfecho o haya causado un daño que no había previsto.
¿Qué diferencia hay entre BDSM y sadomasoquismo
enfermizo? Una simple palabra: CONSENSUADO.
Así es, puede haber muchos masoquista y sádicos que van provocando situaciones
para lograr satisfacer este gusto, pero nosotros lo pactamos, sabemos y
establecemos los parámetros de la relación, decidimos cómo y por qué, no vamos
provocando a nuestra pareja sin que ella sepa lo que deseamos.
Si no nos sentimos a gusto con una práctica,
sólo es suficiente expresarlo para que no se vuelva a hacer y tenemos claro que
nuestras prácticas conllevan un riesgo, el cual o aceptamos o declinamos. La
persona violenta no mide consecuencias ni propias ni ajenas, se pierde en su
ira y en sus emociones y las consecuencias pueden ser graves.
Ahora bien, después de leer algunas otras definiciones
de sadomasoquismo y de sadismo creo que el término está mal empleado, ya que la
mayoría de los autores hace clara referencia a la excitación sexual por el
empleo del dolor o la humillación, sin embargo, usamos el término para
referirnos a las acciones que son en extremo crueles o violentas y a las
personas que las ejercen como sádicos y muchas veces estas personas al realizar
dichos actos no experimentan una satisfacción o excitación sexual, es por eso
que me permití incluir el término trastorno de la personalidad antisocial, que
en mi particular punto de vista se acerca más a la definición de lo que hoy en
día denominamos sádico.
No soy psicóloga ni tengo un conocimiento
amplio del tema, ni pretendo que lo que escribo sea tomado como ley, en el
encabezado de mi blog expreso que lo que escribo es únicamente mi muy
particular y humilde punto de vista, son mis experiencias, mis dudas y algunas
fantasías.
Sobre el tema hay mucho que decir, ojalá me
compartan sus puntos de vista, experiencias, opiniones o conocimientos, que
siempre son enriquecedores para cualquier persona.
Un
cordial saludo.
natalia.
2 comentarios:
Un artículo muy bien documentado y mejor expuesto por mi tutelada natalia. Es muy importante que en la comunidad BDSM diferenciemos bien entre lo que es sadismo/masoquismo erótico del que es enfermizo (natalia lo llama "trastorno de la personalidad antisocial").
Éste es el punto en el que hay mayor confusión para la sociedad vainilla con respecto a nuestro mundo. Un punto que mi tutelada ha dejado claro y además de una manera muy didáctica.
Mi Señor, muchas gracias por sus palabras, me ha parecido importante exponer las diferencias que he podido distinguir en el tiempo que he ido conociendo más sobre este estilo de vida que me gusta tanto, en el que Vd. me ha guiado tan placenteramente y me ha enseñado muchas cosas y así compartirlo con las personas que se interesen para que por ellos mismos constaten que no estamos enfermos en contraposición de algunas otras personas que sin practicar BDSM sí lo están y que en mi opinión los conceptos están mal empleados. Un honor recibir, como siempre, sus palabras de apoyo, gracias Mi Señor.
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